Sucesión testamentaria

La sucesión se lleva a cabo por ley o por última voluntad. Cuando se trata de la disposición de la última voluntad, se dice que es una sucesión testamentaria, realizada por testamento o codicil. El testador que tiene los herederos necesarios debe reservar la mitad de sus activos, llamada parte legítima. La otra mitad, llamada parte disponible, se puede asignar libremente a cualquiera que desee el testador. En consecuencia, si no hay herederos necesarios, el testador puede disponer libremente de todos los activos. El testador puede regular la distribución de sus activos, incluidas las cuestiones no relacionadas con el patrimonio, en su testamento. Puede estipular qué activos recibirán sus herederos, siempre respetando el mínimo al que cada uno tiene derecho. Para que tenga lugar la sucesión testamentaria, es necesario que el testador pueda deshacerse de los activos, declarar lo hará de la manera requerida por la ley y observar los límites del poder de el testamento. El acompañamiento de un abogado garantiza la sucesión testamentaria deseada.